Si nos guiamos por su apellido, sería muy fácil conjeturar que “todo queda en familia”, pero no siempre las cosas son como se ven a simple vista.

Manuel  Beccar Varela con 41 años es la flamante incorporación del Estudio homónimo, pero nada más lejos de las conjeturas,  el nuevo socio -a cargo del departamento de Derecho Penal-  cuenta en una entrevista concedida a Abogados.com.ar que no es familiar, ni tiene vínculo familiar directo con los socios fundadores o actuales.

-¿Cómo surgió la propuesta de incorporar en Beccar Varela el departamento de Derecho Penal?
-Los socios del Estudio me conocieron trabajando en una causa en su contra. Vieron cómo me desempeñaba y luego me pidieron que llevara alguna cuestión particular. Hace un tiempo ellos decidieron seguir la tendencia de estudios de afuera – Inglaterra, Estados Unidos y España-  y por consenso general me eligieron para encabezar este departamento. Ocurre que la práctica integral del derecho en Argentina genera la necesidad de consultar con especialistas en derecho penal con visión empresarial.

-¿Qué cosas lo motivaron a tomar esta decisión?
-Para mí es un desafío porque tengo que lograr cambiar una cultura de los Estudios penales. Poder funcionar como Estudio penal tradicional y llevarlo a cabo en un Estudio corporativo. Al  estar dentro de un estudio corporativo es más fácil el contacto con otros abogados y clientes,  son más frecuentes las consultas. 

-¿Cómo es el día a día? ¿Qué feedback tienen?
-Algo que nos está ocurriendo a diario es que me llamen a participar de una reunión que se estaba llevando a cabo con algún cliente porque les surgió una duda referida a mi área.  El cliente sale de la misma con tranquilidad - ante  la angustia de no saber - ya conoce a qué se enfrenta.  Antes lo que se hacía en los grandes Estudios era derivar las consultas penales, con esta nueva apuesta  se logra una  relación directa con el cliente y a la vez con el Estudio. El feedback que se genera es buenísimo, no crea fantasmas, no se hacen la película equivocada.

-¿Se puede decir que trabajo no les falta?
- No damos abasto con el equipo, es más estoy en proceso de ampliarlo. Todavía no tuve tiempo de asentarme físicamente para buscar mis propios clientes. El hecho de estar en un estudio corporativo me facilita el trabajo, tengo vinculación con otras ramas  del derecho, accesorias al tema penal esto ayuda muchísimo en el trabajo diario. Y lo veo como una ventaja competitiva: como soy útil a ellos, ellos me son útiles a mí.  Emitimos dictámenes más completos.

-¿Cuáles son las principales consultas que reciben?
-Las principales consultas pasan por lavado de dinero defraudaciones a empresas, cuestiones ambientales y societarias.  También genera muchas dudas la reforma a  la Ley Penal Tributaria, las empresas quieren saber qué tienen que hacer para adecuarse tras las modificaciones. Las causas penales por lavado de dinero son pocas, lo que hay son nuevas reglamentaciones de la Unidad de Investigaciones Financieras  (UIF) para los sujetos obligados a informar, los que están vinculados directamente generan estas consultas.

-¿Algún tema que sea novedoso?
- La Intermediación financiera, lo que se llama delito de banca privada que antes tenía sanción administrativa  pero -tras la incorporación en diciembre del capítulo de delitos contra el orden económico en el Código Penal – ahora se sanciona con prisión. Y comprende  a quienes captan ahorro del público para colocarlo en el exterior.  Nos  consultan sobre este tema personas que tienen cuentas en el exterior y no saben cómo manejarse. Además, la responsabilidad penal de la persona jurídica en sí.  Más allá de la persona que la maneja, ahora las empresas cometen delitos, las penas van desde multas hasta inhabilitación para funcionar, lo que implicaría el cierre de la compañía. Son temas complejos.

-¿Qué fue lo que más lo entusiasmó del desafío de formar parte de un Estudio corporativo?
-El abogado penalista tiene un vínculo personal con el cliente,  es una relación casi como de psicólogo. Lograr que el cliente y su familia estén tranquilos.  Al empresario puede importarle la plata y la empresa, pero lo que le quita el sueño es su situación personal. Se tiene que ir del Estudio sabiendo que dejó todo en las mejores manos.  Lo que más me entusiasmó fue el proyecto, porque no es que me faltara trabajo. Me encantó el desafío y creo es lo que se viene y me entusiasma el hecho de ser los primeros en hacerlo bien.