Tras el estallido de la pandemia, y como tantos otros países, las fronteras uruguayas fueron cerradas por naturales razones de prevención sanitaria. Ese cierre de fronteras, con algunas excepciones, se mantiene vigente a la fecha.
En el actual contexto, numerosos extranjeros han expresado su interés de ingresar a Uruguay. Y he ahí la barrera: las fronteras continúan cerradas.
El tema es sobremanera sensible: la inmensa mayoría de los casos surgidos en Uruguay luego de declarada la pandemia, han llegado (y siguen llegando) por las fronteras. Al mismo tiempo, Uruguay necesita reactivar su economía. El sector turístico (y tantos otros) presiona -con sobradas razones-, sobre todo en vistas del advenimiento de la alta temporada. Pero de otro lado hay un Ministerio de Salud Pública que vela por la salud de todos -y vaya si lo habrá hecho-, y hay también un Comité Científico que ha hecho un gran trabajo asesorando al Gobierno en la lucha contra la pandemia; ese Comité es uno de los grandes responsables del éxito de Uruguay.
Quiere decir que el Ministerio y ese Comité se inclinan (con justas razones) por la máxima cautela: sería un crimen que el gran trabajo realizado hasta ahora se vaya por la borda en un abrir y cerrar de ojos.
En ese marco, pueden ingresar al país -esencialmente- los nacionales uruguayos, los residentes uruguayos y quienes tengan un familiar directo uruguayo o residente. ¿Qué pasa con todo el resto, es decir, quienes no sean uruguayos ni residentes ni tengan familiares uruguayos? Estos últimos pueden optar por cualquiera de los siguientes caminos:
(i) ir por alguna de las excepciones al cierre de fronteras (ingreso transitorio por motivos laborales o empresariales); o bien
(ii) solicitar una autorización excepcional (por razones igualmente excepcionales: así, gran potencial inversor del interesado, antecedentes honorables, singularidad del candidato por diversas razones, etc.).
En todos los casos se debe cumplir con las medidas sanitarias exigidas por las autoridades de la salud (test PCR, cumplimiento de cuarentena, etc.).
En suma: a la fecha Uruguay mantiene sus fronteras cerradas, pero ese cierre no es absoluto: existen ciertas vías legales para el ingreso de extranjeros al país.
Por Mariana Pisón
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