A pesar de que en dos oportunidades la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal revirtió su doctrina, el Tribunal Fiscal de la Nación (TFN) insiste en que en ciertos casos en que el giro de los negocios lo requiera, el depósito de efectivo en una cuenta del proveedor no es una maniobra para evadir el impuesto al cheque.
Ahora se trata de la causa Piantoni Hermanos, otra oportunidad más para que los jueces estudien la cuestión. Cabe señalar que la Procuración General de la Nación también se pronunció en contra.
En la causa mencionada, el TFN manifestó que la ley del impuesto al cheque “no significa necesariamente la utilización compulsiva de medios bancarios cuando las circunstancias que rodeen a las distintas operatorias económicas justifiquen, excepcionalmente, la aceptación de otros medios cancelatorios de las obligaciones”.
A la compañía se le exige el tributo al cheque por depósitos en efectivo que efectuó en las cuentas de su proveedor Massalin Particulares. Cuando la empresa cobraba parte de las operaciones, las cancelaba a través de un depósito desdoblando el pago: por un lado emitía un cheque por el precio correspondiente al producto, mientras que para cancelar el componente impositivo utilizaba efectivo.
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