Se trata del banco suizo Credit Suisse que acordó el pago de una multa superior a los 2500 millones de dólares al gobierno de los Estados Unidos luego de declararse culpable de ayudar a evadir impuestos y capitales.
El acuerdo se llevó a cabo luego de arduas negociaciones con el Departamento de Justicia, la Reserva Federal y el Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York.
El precedente más cercano sobre un banco que admite culpabilidad en un caso penal en Estados Unidos se produjo en 1995, momento en el que la entidad japonesa Daiwa Bank reconoció su error al ocultar pérdidas a los reguladores.
Por su parte, el monto de la multa impuesta a Credit Suisse es el más alto en un caso penal de evasión impositiva en la historia de Estados Unidos. "Esto debe mandar un mensaje de que no vamos a tolerar estos comportamientos y se les perseguirá de manera penal. No hay institución financiera, independientemente de tamaño y ámbito internacional está por encima de la ley”, sostuvo Eric Holder, Secretario de Justicia.
Asimismo, agregó que la entidad creó cuentas secretas en el extranjero, ocultó información a reguladores y "no siguió ni los pasos básicos que requiere la ley" para que los clientes más ricos puedan evadir impuestos.
Esta no es la primera vez que la entidad tiene conflictos con la justicia norteamericana. La Comisión del Mercado de Valores (SEC) acusó al banco de proveer servicios que no registraba ante los reguladores y Credit Suisse experimentó una multa de 196 millones de dólares.
Con el pago actual de 2500 millones de dólares, el Gobierno estadounidense, la Reserva Federal y la Agencia de Recaudación de Impuestos del estado de Nueva York restituirán el daño fiscal ocasionado.
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