El Mapa de los Alrededores. Las Diferentes "Capas" de la Realidad en la que Opera el Director o Gerente Legal.

Por Adrián Lerer

 

Pasada la primera etapa de “take over” y relevamiento de la propia oficina, y (de existir) de empezar a conocer a los integrantes del grupo legal -el que deberá, para ser exitoso, consolidarse con el tiempo como un equipo, ya compartiré experiencias al respecto- llega el primer momento de levantar la vista y realizar un siguiente “mapa”, algo más profundo que el “plano de los alrededores” que como directivo hay que plantearse al tomar la posición de mando de un sector, en este caso el Legal.

Y ese mapa tendrá que tener, como los que ahora nos tienen acostumbrados el Google Maps o el Google Earth, varias “capas”, con distinto tipo de información que, conjugada, permiten tener noción del “relieve” del “terreno” en el que el manager legal deberá moverse: qué “accidentes geográficos” deberá sortear. Y algo fundamental para todo profesional del derecho: saber para qué lado sopla el viento (1)

Entre esas capas, las que iremos analizando por separado, se destacan, entre otras:

Capa de asuntos legales vigentes (“carpetas activas”)
Capa de juicios activos
Capa de contratos vigentes
Capa de abogados internos y externos actuantes en los asuntos de la empresa
Capa de otros profesionales externos que intervienen en forma sistemática en los asuntos (ej: escribanos, auditores, peritos, etc)
Capa de “mapa de stakeholders legales” (Grupos de Interés con impacto en la gestión legal de la organización) como asociaciones de consumidores, organizaciones ambientalistas, abogados y jueces de las jurisdicciones donde actúa la empresa, organizaciones sindicales, entidades empresariales generales y de la rama de actividad de la compañía, etc.
Capa de “mapa de stakeholders internos”: quién es quién en la organización? Qué funciones cumple cada uno que puede tener impacto o a quien el departamento legal tiene que prestarle servicios? Cuáles son sus necesidades y qué pretende del área a nuestro cargo?
Capa de conocimiento del negocio: una de las capas más sensibles, quizá la que diferencie al “abogado de escritorio” del gerente legal que se requiere ineludiblemente en las empresas. El desconocimiento y la falta de compromiso con el negocio de la empresa es quizá el factor más relevante, además de los interpersonales, que alejaban hace años a los abogados internos del resto del management. Es difícil imaginar hoy a un abogado al que se le “pasan los papeles” para que instrumente en abstracto un determinado contrato u operación. Un trabajo de calidad requiere el involucramiento del abogado interno desde el primer momento, para no tener que avanzar en los negocios pero retroceder porque desde el punto de vista legal no se puede avanzar por alguna causa. Eso resiente tanto la relación abogados internos – otros gerentes y la relación con los terceros que negocian con la compañía.

No debemos asustarnos porque las capas superpuestas puedan generar una “maraña de relaciones”; la realidad justamente es dinámica y la comprensión del fenómeno legal en las sociedades, el “saber para qué lado sopla el viento” es clave para dimensionar el tipo de gestión y de acciones, y de estructura con la que debe contarse para asumir con plenitud las funciones que se le encomiendan a un director o gerente legal.

Una vez conocido el mapa, caminado por sus “calles”, recorridas sus veredas, nos queda sumarnos al proyecto común de llevar adelante con proactividad el negocio. Un desafío que no deja lugar para indolentes.
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(1) Una anécdota al respecto contó el Juez de la CSJN Santiago Petracchi en un reportaje que le hicimos, junto con otros miembros de la Law Review de la Facultad de Derecho de la UBA, Lecciones y Ensayos, a fines de los años ´80: (http://www.derecho.uba.ar/publicaciones/lye/pub_lye_entrevista_petracchi.php). Textualmente relató: “Hace muchos años, cuando era estudiante, fui invitado a un acto de graduados en la Universidad de Yale. Allí, un alumno destacado iba a dar su conferencia sobre el tema “¿Qué es el derecho?” El chico, rubio, despierto, de ojos vivaces, se paró en el estrado, se puso el dedo índice en la lengua, luego lo levantó y dijo “El derecho es saber para qué lado sopla el viento”.”

 

 

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