La Sala G de la Cámara Civil culpó de injuria grave a una mujer y le atribuyeron el divorcio por mentirle a su esposo al decirle que estaba embarazada cuando en realidad no era cierto.
De esta manera, la demandada deberá indemnizar a su ex marido con la suma de 15.000 pesos. Para los magistrados, la actitud fue "de suma gravedad” ya que ambos deseaban tener un hijo.
El matrimonio se había consumado en abril de 2006 pero un año y medio después la mujer solicitó el divorcio tras denunciar que el hombre había abandonado el domicilio para irse a vivir con su madre.
Más tarde, los magistrados se enteraron de que la partida del hogar se efectuó cuando el hombre se enteró que su mujer había simulado estar embarazada. Por tal motivo, solicitó una indemnización por el daño moral ocasionado.
Los camaristas Carlos Belluci, Carlos Carranza Casares, y Beatriz Arena afirmaron lo siguiente: "lo hasta aquí ameritado permite concluir que ningún embarazo hubo en el lapso que refiere el actor, menos al que alude la actora, y también queda despojada de toda calidad de convicción el test positivo que, a solas, se realizó la peticionaria".
Además el juez Belluci aclaró que la acción “es de suma gravedad en el entorno en que ambos esposos deseaban tener un hijo, aparece como de inusitada gravedad al punto de constituir afrenta suma aprehendida por el inciso 4to. del artículo 202".
En una primera instancia, la indemnización estaba fijada en 5 mil pesos pero la Cámara lo incrementó "en función de su entidad decididamente frustrante y con evidente menoscabo de la ilusión de una paternidad deseada".
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