Al frente de la Procuración del Tesoro de la Nación, Joaquín da Rocha tiene a su cargo la defensa del país en los juicios iniciados por privatizadas y bonistas en el exterior. Da Rocha recibió a El Cronista y explicó la estrategia ante esas demandas que totalizan unos 16 mil millones de dólares.

– ¿Cuántos juicios contra el Estado quedan activos en los tribunales internacionales?

–Los que están vivos en este momento van variando entre 28 y 30 juicios, repartidos entre el Centro Internacional de Arbitraje de Disputas de Inversiones (Ciadi), la Comisión de Naciones Unidas para las leyes de Comercio (Unitral) y la Cámara de Comercio Internacional (CCI).

–¿Cuánto suman estas demandas?

–Según el cálculo que hemos hecho, al día de hoy es del orden de u$s 16.000 millones, frente a los u$s 50.000 millones que fueron en 2003.

–¿Cuál es la más importante?

–El de los bonistas italianos de Task Force Argentina está en el top de los reclamos con u$s 4.300 millones. Es el más importante, ya que representa una cuarta parte de ese total de los juicios en los centros internacionales.

–¿Cómo se distribuyen los u$s 12.700 millones restantes?

–Se distribuyen bastante parejo entre las demás demandas que son de empresas, varias contra provincias, y los montos oscilan entre los 100, 150, 200 y hasta 300 millones de dólares. –¿Hay otras demandas de bonistas?

–Existen dos más, las de los llamados bonistas 2 y la de los bonistas 3, (bonistas 1 son los italianos) integrados por europeos y americanos, pero estos juicios fueron suspendidos desde septiembre pasado a pedido de los propios demandantes porque querían evaluar si adherían al actual canje de deuda.

–¿Cuál es su previsión para el cierre del canje?

–Si bien al momento no adhirieron, con esta postergación del canje todavía están a tiempo. Y se estima que la aceptación rondará entre el 60% y 70%. Hay que esperar esta prórroga para ver qué pasa.

–¿Cree que el diferendo con los italianos se puede resolver vía canje de deuda?

–Sí, aún hay posibilidades y creo que les conviene aceptar y sobre todo a los bonistas, porque sino dentro de dos años vamos a seguir discutiendo. Estos bonistas no tiene que pedir suspensión de nada porque la audiencia con el Ciadi ya ocurrió. Diría igual que hay opiniones poco claras de ese lado. Yo estuve reunido con Nicola Stocky en abril y lo vi bastante más predispuesto de lo que me contaron que fue en el primer canje de 2005, también mantuvo reuniones con (el ministro de Economía, Amado) Boudou y (el secretario de Finanza, Hernán) Lorenzino para pedirles explicación de los términos del canje. Pero después Stock declaró que dejaba a los bonistas italianos en libertad de acción, que es un eufemismo por no decir algo sin sentido. Los 170 ó 190 mil señores agrupados en Task Force Argentina tienen firmados poderes a favor de este grupo de bancos y han perdido su capacidad de decisión. Sí, pueden decir: “Yo no soy mas parte de este equipo y acepto el canje”, pero lo más probable es que la decisión sea en bloque.

–¿La utilización de las reservas del BCRA para pagar deuda cambia la decisión de los bonistas?

–Lo que puede afectar al espíritu de los bonistas es la incoherencia interna de la Argentina. Si el Gobierno dice vamos hacer una cosa y la oposición sale a decir esto está mal, la Constitución no lo admite... en vez de discutirse internamente, está perjudicando al país. Todavía no hemos aprendido que Argentina somos todos y que la imagen que tenemos que dar del país es única. La situación es que Argentina está todavía en default y la estamos tratando de sacar de allí. Es como si estuviéramos en guerra, y en una guerra no se admiten declaraciones en contra de las acciones militares y menos en voz alta para que el enemigo nos pegue. Esto es lo que le hace mucho daño a cualquier oferta argentina en el exterior.

–Si fracasa la adhesión al canje ¿qué estrategia seguirá Argentina frente a los bonistas en el Ciadi?

–En abril fue la última audiencia en Washington con los bonistas italianos y la Argentina hizo un planteo de jurisdicción de fondo, esto significa que la Argentina entendió que el Ciadi tiene competencia exclusiva en planteos hechos por inversores contra estados nacionales. Y acá quienes se presentan no son inversores, sino que son personas individuales en un número no determinado pero que ronda entre los 170 mil y 190 mil italiano, o sea son compradores de bonos. A esta gente los bancos italianos le vendieron bonos de la Argentina principalmente en la peor época de crisis, a fines de 2001. Yo diría más bien que los bancos se sacaron los bonos de encima porque estaban muy bajos y se los dieron a los pobres clientes ancianos y jubilados italianos. Y luego le pidieron sus poderes para que estos bancos los representen en un juicio en contra la Argentina. Habrá que esperar que decide el Ciadi, si cree que es competente o lo es algún otro Tribunal, y eso va a llevar tiempo.

–¿Qué juicios están próximos a tratarse en los tribunales internacionales?

–Ahora viajo a Roma porque el 14 de junio tengo una audiencia de un viejo pleito que es el Papel Tucumán, tiene la misma orientación del de Papel Prensa. La empresa quebró y tenemos un diferendo que ellos lo han planteado ante la CCI. Reclaman diferencias a raíz de que cuando se instalaron tenían ciertas facilidades y algunas se cumplieron y otras no se sabe si se cumplieron bien. En la audiencia vamos a pelear para que no sea competente ese tribunal para discutir la demanda.
 

Fuente: Cronista.com