Especialistas consultados explican los motivos de este escaso crecimiento. Qué hace que las empresas demandantes de dinero no vean al fideicomiso financiero como alternativa de financiamiento. Además cuentan las ventajas y beneficios de utilizarlos a la hora de invertir.
El mercado de capitales hoy es la principal flaqueza de la Argentina. A pesar de esto, especialistas consultados por Abogados.com.ar entienden que el financiamiento del país debería pasar por el mercado de capitales ya que es donde se encuentran los recursos a largo plazo.
Por eso consideran que -como una manera de fomentar el desarrollo- debería figurar en la agenda del Gobierno Nacional.
Ocurre que según datos del Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC) el monto del financiamiento al que accedieron las empresas a través del mercado de capitales, si bien se recuperó respecto de marzo, cayó 71% respecto del mismo mes del año anterior.
Con estas cifras, el flujo de fondos que llegó a las empresas por esta vía resultó al cierre del primer cuatrimestre de este año un 48% inferior al obtenido en igual período de 2011, tal como surge del IAMC.
“El financiamiento a empresas en los cuatro primeros meses de este año totalizó u$s1568 millones, esta cifra es 48% inferior a los u$s3039 millones colocados en el mismo período de 2011", informó el IAMC.
Como dato positivo surge que el monto que captaron las pequeñas y medianas empresas (Pymes) creció 19%, aunque principalmente debido a la suba en la negociación de cheques de pago diferido.
¿Por Qué se Achicó el Mercado?
Para Rodolfo Papa, abogado corporativo, esto ocurrió en primer lugar, por un tema cuantitativo -comparando este año con el pasado- ya que en abril de 2011, se habían estructurado tres fideicomisos financieros para fondear obras de infraestructura del sector público, por un monto total de u$s1.245 millones.
Esto es así, según Papa, porque esos fondos fueron provistos por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), entidad que -luego de la estatización de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) a finales del año 2008-, se convirtió en el principal brazo para la oferta de fondos en el mercado de capitales.
“No olvidemos que la ANSES financia indirectamente al Tesoro Nacional, con lo cual entre sus prioridades no figura potenciar el uso de dicho mercado”, explicó el abogado.
Para Papa, existe también un tema “cultural” por parte de nuestra comunidad, que lamentablemente no pudo ser revertido, que se sustentó en la escasa utilización del mercado de capitales por parte de pequeños y medianos inversores.
Éstos podrían buscarlos como una opción de ahorro –explicó el abogado- situándose del lado de los “oferentes de fondos”, por exceso de liquidez, y en definitiva destinarlo para el financiamiento de proyectos de la economía real, a través de las distintas opciones que ofrece este mercado.
“Pero la realidad indica que menos de un 5% de la población económicamente activa, accede al mercado de capitales como una verdadera alternativa de inversión”, sostuvo Papa.
“Hasta no superar esa barrera, será muy difícil aspirar a crear un mercado de capitales con verdaderas chances para intermediar entre la oferta y demanda de fondos orientados al financiamiento de proyectos productivos”, agregó el abogado.
Papa indicó que desde el punto de vista de las empresas demandantes de dinero, tampoco se vislumbra el acceso al mercado de capitales como una alternativa de financiamiento.
Un análisis de su dinámica indica que excepto la creciente utilización del fideicomiso financiero, como fuente alternativa de financiamiento, y el desarrollo de ciertos productos para subvencionar PYMES (como su colateralización vía el uso de una sociedad de garantía recíproca), o la emisión de deuda pura colocada en dicho mercado a través de las denominadas “obligaciones negociables para PYMES” -hasta un máximo de $15 millones- no existen otros productos de uso habitual para hacerlo.
Para el abogado hay también un tema de naturaleza económica, que influye en el escaso crecimiento del mercado de capitales argentino, que se basa en la cristalización de un nivel de inflación de dos dígitos durante los últimos cuatro años.
“Esto atenta con el rendimiento de cualquier producto ofrecido a través de dicho mercado, sumado a la prohibición legal todavía vigente de generar mecanismos de ajuste o indexación como parte de los términos y condiciones de cualquier producto emitido desde el mercado de capitales local”.
Si existiera esta alternativa, se le brindaría al inversor un rendimiento real que evitaría que su dinero pierda poder adquisitivo frente a la depreciación causada por un cuadro inflacionario estructural.
Los Fideicomisos Financieros como Vehículos de Inversión
El fideicomiso financiero se posicionó como el principal vehículo de inversión, tanto dentro como fuera de nuestro mercado de capitales, toda vez que por su estructura brinda la posibilidad de nuclear tanto a proveedores como a demandantes de fondos.
El fideicomiso financiero brinda un alto nivel de seguridad jurídica para sus usuarios, al conferirle al activo del fideicomiso su función de “activo separado”, y a través del rol desempeñado por el fiduciario financiero -en esencia actuando bajo un status de administrador profesionalizado-.
Como representante del vehículo fiduciario ante terceros en general, confiere a sus protagonistas un marco de seriedad y un acotado nivel de riesgos, para todos aquellos que deciden canalizar sus ahorros a través de esta figura, lo cual contribuye a reducir el costo del financiamiento.
“El fideicomiso financiero, dentro del mercado de capitales se posicionó como el vehículo más importante para el financiamiento empresario, mientras que fuera de dicho mercado, se consolidó como la forma jurídica más utilizada para el desarrollo de proyectos inmobiliarios”, indicó Papa.
Y sostuvo que a través de la figura denominada “fideicomiso al costo” se posibilita a los inversores acceder a una vivienda nueva, a un costo inferior al que tendrían que pagarla una vez terminada.
Al respecto, las estadísticas señalan que más de un 80% de los proyectos inmobiliarios desarrollados en la Capital Federal, se han estructurado a través de fideicomisos.
La Contratación en los Mercados
Mario Kenny, socio de Nicholson & Cano explicó que la colocación de valores se realiza a través de sistemas electrónicos. “Los interesados en invertir en valores -tanto privados como públicos- tienen que recurrir a un banco o a un agente de bolsa”, contó el abogado.
También indicó que estas inversiones tienen el mismo tratamiento fiscal que los depósitos bancarios: renta exenta para los inversores -personas físicas-.
“Los débitos de cuentas bancarias con destino a esas inversiones están exentos del impuesto al cheque, al igual que las acreditaciones en concepto de pago de amortizaciones y rentas”, agregó.
Para Kenny, pese a todos los vaivenes, los fideicomisos financieros que se integran con créditos siguen siendo activos y muestran un bajo nivel de riesgo, y una buena rentabilidad -siempre en el contexto general de tasas negativas frente a la inflación-.
“Comparados con los depósitos a plazo fijo, el nivel de seguridad es igual o mayor, y la rentabilidad muy superior; con un nivel de liquidez un poco menor si se lo compara con los depósitos a 30 días, pero altamente compensado por la mayor renta”, concluyó Kenny.
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