El ministro de Economía, Amado Boudou, afirmó ayer que el porcentaje esperado de adhesión al canje de deuda en default “está asegurado” y detalló que se está llegando a un total de 9.100 millones de dólares en la operación.
Tras la postergación de dos semanas fijada para el cierre del canje, Boudou explicó que “el porcentaje que nosotros esperamos está asegurado, y este estiramiento de los plazos va a servir para alcanzarlo o mejorarlo aún”.
Las dos semanas extra se otorgaron en respuesta a un pedido de la Asociación de Bancos Italianos (ABI) y la Consob, organismo regulador de es país, porque “en el tramo minorista, la tarea operativa y la búsqueda de los inversores por los propios bancos italianos viene demorada”, según explicó el ministro en declaraciones radiales.
Boudou detalló que si el canje cerrara este viernes, como estaba previsto, “estaríamos en el 60% que dijimos, dado que están entrando entre 150 y 200 millones de dólares diarios y uno espera que el último día sea el día que entre más, como fue en el canje anterior y en la etapa mayorista del canje que estamos llevando”.
El funcionario detalló que “en el tramo mayorista entraron 8.500 millones de dólares, los fondos buitres obviamente no entraron, y ahora estamos en el tramo minorista que se sumaron y estamos llegando a los 9.100 millones dólares”.
Por otra parte, Boudou confirmó ayer que no se emitirá el bono Global 2017 por unos 1.000 millones de dólares “si el interés supera el dígito”.
“Dependerá de las condiciones. Tenemos 20 días más y vamos a ir chequeándolas. Si el interés supera el dígito no lo vamos a hacer. Podríamos haberlo hecho a 10,50% la semana pasada y no lo hicimos”, afirmó el ministro.
Lo cierto es que en las próximas dos semanas en la Secretaría de Finanzas que conduce Hernán Lorenzino se abocarán a sondear de cerca las condiciones del mercado para ver si es posible concretar esta operación por debajo del 10%, o si finalmente se decide postergarla a la espera de mejores condiciones internacionales.
Sobre los fondos buitres, Boudou admitió ayer que “la estrategia es dejarlos aislados”, y que de este modo “su reclamo pierda fuerza y en algún sentido tengan que allanarse en algún momento a las condiciones que impone la República Argentina”.
Fuente: Cronista.com
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