El caso se remonta a la tarde del 8 de mayo de 2007 en la localidad de Lomas de Zamora. Allí un hombre intentó subir a un micro de la línea 247 que se encontraba en movimiento.
Cuando el chofer del colectivo tuvo luz verde del semáforo decidió reanudar la marcha, lo que provocó la caída del hombre. Un pasajero dio aviso y el colectivero frenó pero no pudo evitar la muerte.
Por su parte, la esposa y el hijo de la víctima reclamaron una indemnización económica a la empresa de transporte. A pesar de esto, el juez de primera instancia rechazó la demanda.
Más tarde, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil decidió confirmar la decisión del juez, basándose, principalmente, en el relato del pasajero que viajaba en el primer asiento del colectivo.
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