I - LA IMPORTANCIA DE LAS HABILIDADES COMERCIALES DEL ABOGADO
Es cierto: hay muchos abogados a quienes les gustaría venderse mejor a sí mismos. En este sentido, los ingleses lo tienen muy claro: ‘perception is reality'. Y la percepción que tenía del letrado que estaba frente a mí era francamente negativa. Me invitaron a un café en un bonito y moderno despacho de la capital, que me encantó por el buen gusto en el diseño de sus renovadas y aparentemente tecnológicas y eficaces oficinas. Sin embargo, la realidad que tenía frente a mi era la de un socio con una nula capacidad para vender su firma, un factor que jugaba claramente en su contra. Ese problema de habilidades interpersonales tenía serias consecuencias en las negociaciones con sus clientes. Recientemente había contactado con su firma un importante equipo deportivo, cuyo presidente regateó los honorarios del despacho hasta niveles en los que la pérdida de la dignidad era ya lo de menos y a pesar de eso, ¡el presidente nunca volvió a contractarle!
A los problemas inherentes al propio abogado había que sumar otro más: la falta de fijación de una serie de procesos y protocolos internos de trabajo. Así, por ejemplo, el no dejar claros los honorarios desde el principio por no ser capaz de comunicar sus fees (honorarios) de forma adecuada, pasaba factura en la gran mayoría de los casos, sobre todo en forma de nuevos recortes de su minuta de última hora. Pero vayamos al foco principal del problema: la capacidad de la firma para vender sus servicios y de defender sus honorarios.
Demasiado a menudo nos encontramos con que el abogado se siente muy cómodo en la parte técnica, defendiendo su background y expertise jurídicos, pero se siente mucho menos cómodo a la hora de relacionarse con el cliente. Se siente fuera de su zona de confort y, a veces, cree que ese tipo de habilidades, que a otros sí se les da bien, son innatas y que no pueden desarrollarse. A día de hoy, tratar con clientes es uno de los mayores desafíos que, como abogado, debes afrontar.
Hace unos meses, un directivo de una de las Big Four nos comentaba que el objetivo de horas de los seniors se situaba en 1.550 horas, lo que significaba un 62% de ocupación media. En el restante tiempo no facturable, el mismo abogado senior estaba obligado a seguir su plan de formación. ¿Por qué no hacerlo en firmas medianas y pequeñas?
El abogado del 2014 debe tener una gran capacidad de establecer contactos y su éxito, en gran parte, depende cada vez más de su capacidad para relacionarse con sus clientes potenciales. ¿Qué sucede cuando el cliente quiere hablar con un abogado con seniority y éste carece de las habilidades necesarias? Ya sabemos la respuesta y por eso debemos trabajar en nuestras habilidades comerciales y en nuestros métodos de captación constantemente. Nuestro proceso de venta de servicios jurídicos debe ser estratégico, racional y requiere un gran expertise.
El proceso de venta debe afrontarse estableciendo varios procesos, empezando por la (i) planificación, (ii) one to one (cara a cara), (iii) oferta de valor (iv) cierre de la venta. En dicho cierre debe concretarse la contratación del bufete o la no contratación. En caso negativo, es fundamental averiguar los motivos de una ‘no contratación' ya que es una información muy valiosa.
II- LAS ACCIONES MÁS EFECTIVAS PARA LA CAPTACIÓN DE CLIENTES
En Gericó Associates hemos observado como, en ocasiones, asesorías jurídicas y de empresa han fichado a comerciales ajenos al sector, dejando de lado fórmulas de captación que sí han demostrado funcionar con éxito en los despachos de abogados. Dos ejemplos de acciones efectivas y de éxito contrastado son:
1. Contactos directos e indirectos mediante visitas comerciales de los socios. Cuando un abogado logra convertirse en socio en un despacho, entre otras razones, lo hace por la cantidad de contactos que atesora. Esos mismos contactos tienen a su vez otra serie de contactos que le pueden hacer llegar a clientes altamente atractivos, sin tener que hacer puerta fría, dado que todo se articula a través de referencias. En dicha visita cara a cara, la presentación de la firma, con su brochure y/o dossier corporativo de servicios debe rezumar calidad, se mire por donde se mire, y la redacción de contenidos, orientados totalmente al cliente, debe ser impecable. En ocasiones, hemos observado como, por ejemplo, algunos despachos envían más de 20 circulares informativas. Nuestra percepción es que ‘menos es más' y que incluso un vídeo de un minuto mostrado en una tableta puede traducirse en que el cliente perciba innovación, calidad y mucha más cercanía.
2. Desayunos de trabajo. En ellos se hace una selección con precisión láser, en el que se pone en el punto de mira a 10-15 clientes potenciales, se estudia su problemática y se proporcionan soluciones altamente personalizadas. Además, este tipo de encuentros dan pie al networking, y, por ende, a la captación de nuevos clientes en el corto o en el medio plazo
III- CENTRARSE EN EL CLIENTE
En una ocasión, Dale Carnegie (escritor y empresario norteamericano) dijo: "tendrás más éxito cuando dejes de tratar de conseguir lo que deseas y empieces a ayudar a otras personas a conseguir lo que ellas quieran".
Por Marc Gericó - Gericó Associates
Fuente: Legaltoday.com
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