Algunas reflexiones sobre el proyecto de ley de una matrícula federal

Por Raúl Aguirre Saravia (*)
Aguirre Saravia & Gebhardt Abogados

 

Ingresó en la Comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados un proyecto de ley para la creación de una matrícula federal única para el ejercicio de la profesión de abogado.

 

Esta iniciativa fue presentada por legisladores del bloque oficialista (entre ellos Eduardo “Wado” De Pedro, Andrés Larroque y Héctor Recalde, padre de Mariano -actual presidente de Aerolíneas Argentinas-). Ha generado muchas adhesiones, sobretodo en los profesionales y Colegios de Abogados del interior del país, y resistencias o dudas entre los colegas de la Ciudad de Buenos Aires.

 

Se dispone que la matrícula la otorgue la Federación Argentina de Colegios de Abogados, entidad que ejercerá su gobierno, facultándosela para que delegue esta atribución en los Colegios y entidades profesionales que tengan colegiación legal y en las Cámaras Federales de Apelaciones, en aquellas jurisdicciones que no exista tal colegiación legal (Chaco y Santa Cruz).

 

Desde Gente de Derecho (agrupación liderada por Jorge Rizzo), que hoy continúa presidiendo el Colegio Público de Abogados a través del Dr. Roberto López  y del cual tengo el honor de formar parte de su Consejo Directivo, han denunciado que este proyecto es la prueba de un pacto entre Federación Argentina de Colegios de Abogados y el Poder Ejecutivo Nacional, a pocas horas de la elección del consejero abogado que representa a los colegas del interior del país y cuya elección debe fiscalizar la FACA, sin que por ello apoye a algún candidato en particular. Me consta personalmente esta circunstancia por representar al Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires en dicha Federación.

 

El proyecto puede tener observaciones o cuestionamientos técnicos, pero no existe ninguna duda que si pensamos en el profesional que ejerce la abogacía en distintos tribunales  federales del interior del país, la existencia de una sola matrícula federal le va a simplificar sus trámites de inscripción en las distintas jurisdicciones. Por otra parte, la creación de un registro de antecedentes disciplinarios donde se centralizará toda la información referida a sanciones que se apliquen a los colegas, es un importante paso adelante en la transparencia de las condiciones de los abogados que se matriculan en una jurisdicción y están severamente sancionados en otra.

 

La unificación de una matrícula federal no va a significar mayores gastos o costos para quien litiga.  El derecho fijo que se debe abonar al inicio de cada actuación profesional se distribuirá por partes iguales entre la FACA y el Colegio o entidad a quien se le delegó la facultad de otorgar la matrícula. Éste es el único perjuicio económicamente visible para el Colegio Público de Capital Federal, al tener que resignar la mitad de lo que actualmente recauda por dicho bono. Creo que es una situación que puede ser analizada entre las autoridades de FACA y del Colegio Público. No afecta al resto de los Colegios del interior del país.

 

En lo personal, no estoy a favor ni en contra de este proyecto de ley en particular, el que puede ser perfectible a través de observaciones que los distintos Colegios y matriculados le aporten a los legisladores, o a través de otras nuevas propuestas. No tengo dudas que se impone la necesidad de una única matrícula federal para todos los abogados que litigan en las distintas jurisdicciones nacionales y que el intercambio de ideas y propuestas para lograr un consenso, es el camino que debemos transitar.

 

(*) Consejero Titular del Colegio Público de Abogados - Representante del Colegio de la Ciudad de Buenos Aires en FACA

 

 

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