En el marco de una causa en la que se investiga el pago de sobreprecios en la compra de maquinarias a una compañía alemana, la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal declaró inadmisible el recurso de casación presentado por la defensa de Armando Gostanian, ex titular de la Casa de la Moneda.
La Sala II rechazó el recurso que había sido presentado contra el fallo del mismo tribunal que había desestimado un planteo de prescripción.
En la resolución del pasado 8 de septiembre, los camaristas Horacio Cattani y Martín Irurzun recordaron que “las decisiones que no hacen lugar a la prescripción de la acción penal no constituyen, por regla, sentencia definitiva, ni son tampoco aquellas a las que la ley les acuerdo el mismo carácter”, remarcando que no se verifica en la especie la concurrencia de aquellas circunstancias que habilitan hacer excepción al principio enunciado.
En tal sentido, los mencionados magistrados consideraron que “los argumentos de la parte sólo se limitan a reeditar los agravios oportunamente expuestos y tratados por esta Alzada”, determinando que ello impide habilitar la vía casatoria sobre la base de la arbitrariedad alegada.
Por su parte, el Dr. Eduardo Farah entendió que el recurso de casación debía ser considerado formalmente procedente y debía ser concedido, explicando que “la naturaleza del agravio invocado trasluce la existencia de una cuestión susceptible de habilitar la instancia de casación, en la medida en que se ha planteado el exceso del plazo razonable del proceso, en violación al derecho del imputado a obtener un pronunciamiento definitivo que ponga fin a la situación de incertidumbre que importa el enjuiciamiento penal”, agregando que “la parte afirmó que ha existido una errónea interpretación de preceptos sustantivos, indicando cuál es, a su juicio, la correcta adecuación del suceso”.
Corresponde recordar que en el presente caso se investiga un supuesto cobro de dinero por parte de funcionarios de la Casa de la Moneda S.E., luego de las negociaciones realizadas entre 1994 y 1999 que finalizó con la adquisición de diversos equipos numerados a la empresa alemana Atlantic Zeiser.
En dicha adquisición, la entidad habría pagado sobreprecios del orden del 40 o 50 por ciento de su valor real, imputando a Gostanian, quien se desempeñaba como presidente de la entidad estatal, haber recibido parte de aquel dinero.
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