Por Gonzalo Zorrilla
Hewlett-Packard
Ya con más de veinte años de recibido de abogado, y habiendo trabajado la mitad de la vida profesional en estudios jurídicos y la otra mitad como abogado de empresa, intentaré hacer un balance sobre mis experiencias y compartirlas con colegas que tal vez se estén haciendo la pregunta que titula este artículo.
La presente opinión reconoce que existen distintos tipos de estudios jurídicos y empresas, y que cada cual puede ser muy distinto a otros, y por tal motivo voy a referirme a los casos más usuales en base a mi experiencia y la de otros profesionales.
Es importante que se comprendan los antecedentes profesionales del autor del presente para tener una mejor perspectiva sobre los argumentos que suportan la presente exposición, y por tal motivo iniciaré con ello.
Una vez recibido de abogado trabajéen un estudio jurídico de seis abogados en el área de litigio durante un período desiete años, y luego me sumé a un estudio jurídico especializado en temas de propiedad intelectual de más de veinte profesionales, en cual participé en el área de asesoramiento durante cinco años aproximadamente. Es decir, estuve un total de 12 años trabajando en estudios jurídicos, sin contar los años anteriores amí egreso universitario, tiempo en el cual me desempeñé también en un estudio jurídico.
Al día de la fecha, llevo más de diez años trabajando en una empresa multinacional en el área de legales. Al principio era responsable de una pequeña gerencia de legales en Argentina, y luego se agregó la responsabilidad de un país adicional, después de una región, y al poco tiempo una relocalización a Chile. Hoy estoy trabajando en Estados Unidos de Norteamérica y soy responsable de los temas legales de una unidad de negocio a nivel mundial. Los diez años he trabajado con la misma empresa.
Ahora bien, creo que a la respuesta a la pregunta del título del presente dependerá del perfil profesional de cada persona, y por tal motivotrataré de definir a continuación las diferencias entre los dos tipos de trabajos dentro de los parámetros antes indicados, para que se puedan comprender las diferencias sustanciales entre ellos, y acercarse a una conclusión lógica.
En términos generales, la actividad del abogado de estudio jurídico está normalmente orientada a proveer una respuesta jurídica a una problemática legal determinada, y no necesariamente se pueden ver los resultados posteriores a la asistencia legal requerida. El abogado de estudio usualmente provee su opinión legal, y el clienteno necesariamente comparte luego con su asesor legal las consecuencias asociadas a la opinión legal vertida. En esos casos, la tarea del abogado acaba con la entrega de la opinión legal al cliente.
El abogado en su rol de asesor legal dentro de una empresa, además de ser responsable por la asistencia legal, debe tener una visión de hombre o asesor de negocios. La expectativa del cliente interno en una empresa, es que la opinión legal sirva para detectar posibles riesgos legales y las distintas alternativas y riesgos asociados, pero fundamentalmente, que se alinee con las particulares del negocio y la industria en general.Se espera que la respuesta no solo analice una situación en el plano estrictamente teórico legal, sino que también le agregue al análisis los condicionamientos propios de la empresa en cuestión, cómo ser si se trata de un acción estratégica contra la competencia, considerar el lanzamiento de próximos productos y/o servicios, tomar en cuenta el posible crecimiento o reducción de la empresa y demás factores. En resumen, se espera una respuesta legal cargada de un contenido comercial y de industria, y un seguimiento posterior a la misma.
El abogado de estudio usualmente está más especializado en temas legales particulares, como ser: defensa de la competencia, propiedad intelectual, aduanero, defensa del consumidor, etc.; y el abogado de empresa tiene una visión más generalista del derecho con una especialización en la industria y problemática del negocio de sus clientes.
El mundo de “los colegas abogados” es el ambiente habitual del abogado de estudio, ya sea en tribunales o en la representación de los clientes frente a otros abogados o estudios jurídicos. Por su parte el abogado de empresa, si bien puede ser parte de un grupo de abogados, normalmente interactúa con las personas técnicas y comerciales no letrados de la empresa. Es habitual que el abogado de empresa sea visto como el distinto dentro de su organización, porque las empresas habitualmente están lideradas mayoritariamente por perfiles de negocios y técnicos no legales. Consecuentemente, podría afirmase desde dicha óptica, que el abogado de estudio jurídico interactúa mayoritariamente en el mundo de los “colegas abogados”, mientras que el abogado de empresa se desempeña en un ambiente donde usualmente no hay otros profesionales del derecho.
El trabajo en estudio jurídico puede ser más técnico legal, se tienen tiempos más largos para estudiar los temas, y puede demandar muchas horas de trabajo. Las respuestas de un estudio jurídico habitualmente están bien estudiadas y fundamentadas en horas de estudio previo, y por su parte, las respuestas del abogado de empresa suelen ser más legalmente intuitivas y rápidas. Lo anterior se debe a que para resolver una problemática legal, los abogados de empresa cuentan con recursos y tiempos limitados, y los estudios jurídicos usualmente invierten mayor cantidad de horas y personal en la revisión del mismo asunto.
El tema de la cantidad de horas de trabajo es algo que muchas veces he discutido con otros profesionales, y creo que la diferencia fundamental está dada en que la empresa provee un marco horario más organizado, y la mayoría de los clientes no solicitan apoyo legal después del horario de finalización de jornada de trabajo porque entienden que el abogado de su empresa sigue las misma políticas que ellos. En los estudios jurídicos, por el contrario, los clientes pertenecen a distintas culturas corporativasy esperan de un servicio externo la máxima disponibilidad posible pues pagan por dicho servicio.Lo anterior usualmente se traduce en un horario más bien fijo de trabajo para el abogado de empresa (ejemplo 9 a 18 horas), y un horario más flexible y tal vez más extenso para el abogado de estudio jurídico.
Siguiendo con el tema de las horas, cabe señalar que también existe una diferencia en cuanto a la utilización de planillas horarias entre las dos prácticas. En los estudios jurídicos habitualmente se utilizan planillas horarias, y en las empresas no. No obstante ello, es justo reconocer que existe una nueva tendencia entre algunas empresas a utilizar planillas horarias, pero los objetivos perseguidos no son necesariamente idénticos a los de los estudios jurídicos. En efecto, a través de las planillas horarias el departamento de legales de una empresa apunta fundamentalmente a entender el tipo de trabajo que realiza cada abogado, y la cantidad de tiempo que se invierte para definir si la ecuación económica del trabajo realizado internamente es positiva (menos onerosa en términos económicos), versus un servicio legal externo. En el caso de los estudios, si bien pueden darse distintos usos a las planillas horarias, el objetivo fundamental es poder explicarle al cliente cómo se facturan los servicios prestados.
Las empresas que requieren tener un abogado interno, en su vasta mayoría tienen departamentos de recursos humanos, que entre otras cosas fomentan un plan de carrera para los empleados y puede resultar en un esquema planificado de desarrollo para los abogados internos. En muchas empresas se impulsan planes de desarrollo profesional con rotaciones y prácticas en distintas áreas para construir un perfil profesional determinado. Usualmente dichos planes de desarrollo profesional distinguen entre objetivos de largo, mediano y corto plazo, y establecen métricas de alcance de objetivos. Es también habitual que dichos planes de desarrollo incluyan un mentor, o varios, para facilitar el desarrollo de la persona en particular. Todo lo anterior, resulta habitualmente en un profesional formado a medida de las necesidades de la compañía, en base a sus talentos y estudios anteriores, que debiera ser muy útil a los intereses de la empresa en cuestión. Claramente, los estudios jurídicos también desarrollan a sus profesionales y los van promoviendo desde sus inicios hasta las posiciones de socios, en el mejor de los casos, aunque lo anterior, me inclinaría a pensar que ocurre más por tradición que por un plan pensado y desarrollado a medida.
El trabajo en una empresa provee un marco de compensaciones y beneficios parejo y estable para un abogado, sin existir grandes variantes entre un año y otro. Usualmente, incluye unsalario fijo más otro variable (bono) dentro de un parámetro predeterminado. En un estudio jurídico el esquema de las compensaciones podría ser más dispar con picos de ganancias por asuntos puntuales, y tal vez menos previsible. Otro tema relacionado con lo anterior, es el “quantum” en términos estrictamente económicos de las compensaciones ofrecidas en una y otra actividad. Al respecto pienso que en ambos ámbitos, estudio jurídico y empresa, un abogado talentoso puede vivir dignamente, aunque creo que en la práctica profesional en un estudio se pueden generar mayores compensaciones económicas.
En cuanto al desarrollo profesional del abogado durante su práctica, entiendo que el abogado de empresa se va convirtiendo en un hombre de negocios con un sesgo legal que funciona como un instinto, y por su parte, si bien el abogado de estudio también desarrolla habilidades comerciales, me inclino a pensar que se va convirtiendo en un técnico legal más especializado en alguna rama del derecho en particular.
En resumen, ambas actividades pueden ser gratificantes, y creo que los perfiles de abogados más académicos con inclinación a relacionarse con otros profesionales del derecho posiblemente se encuentren más cómodos practicando como abogado de estudio jurídico, mientras que aquellos profesionales con una preferencia más hacia el negocio y con capacidad de interactuar en ámbitos profesionales dónde los abogados son minoría se sentirán cómodos desempeñándose como abogado de empresa.
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