En el día de ayer se dejó entrever que los objetivos que se trazaron en conjunto el Banco Central -que busca reducir el uso de billetes-, y la AFIP -quiere aumentar la recaudación impositiva- se llevarían a cabo acotando el uso de efectivo, y fomentando que la gente use –y los comercios acepten– las tarjetas de débito o crédito.
En el día de ayer, la titular del Central, Mercedes Marcó del Pont, y el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray se juntaron en el despacho de la funcionaria como un primer paso en el diseño de la campaña.
En virtud de ello, en el día de hoy la AFIP podría comenzar a obligar a todos los comercios que estén inscriptos en Ganancias a que acepten el uso de tarjetas de débito y crédito. Quedarían exceptuados por ahora de esa obligación los comercios inscriptos como Monotributistas.
Ayer por la tarde circuló la versión de que hoy mismo la AFIP daría a conocer una circular con la que intimaría a los comercios a instalar en el corto plazo los dispositivos necesarios para poder procesar los pagos que los clientes hicieran con tarjetas de débito.
Por un lado, en el Banco Central señalaron que se trata de avanzar en la campaña de “bancarización”. Hasta ahora mantuvo reuniones con diversas cámaras sectoriales para que impulsen, entre sus asociados, la aceptación de las tarjetas de débito y crédito.
Por su parte, con el uso de las tarjetas, la AFIP podrá tener un mayor control sobre las operaciones comerciales y aumentar la recaudación. Ello es así dado que si las operaciones son con tarjeta, el comercio automáticamente debe aceptar la retención de impuestos -IVA e Ingresos Brutos- que le aplica la procesadora de la tarjeta antes de liquidarle el resumen. Es una “retención” cercana al 10% sobre cada operación.
Sin embargo, los comercios sobre todo los más chicos, muchas veces se resisten a aceptar tarjetas, además de por cuestiones impositivas, porque no quieren ceder parte de su facturación como comisión que deben pagarle al procesador de la tarjeta. Son aranceles que oscilan del 1 al 3% del monto de cada operación. Asimismo deberían abonar por el lector de tarjetas, que oscila en $ 130 pesos mensuales.
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