El pasado 27 de septiembre se conmemoró en la Argentina el Día Nacional de la Conciencia Ambiental una fecha para recordar la importancia de cuidar el medio ambiente y ser conscientes con nuestro planeta. El país cuenta con un marco legal ambiental relativamente completo que se ha ido desarrollando a lo largo de las últimas décadas. Este se basa en la Constitución Nacional, que en su artículo 41 establece el derecho de todos los habitantes a gozar de un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras. Si bien se ha experimentado un avance significativo en los últimos años, se trata de un tema en constante evolución y el país aún tiene un largo recorrido por delante. A nivel regional, el país se encuentra en un punto medio en materia ambiental, con países como Brasil, Chile o Uruguay que invierten un porcentaje mayor de su PBI, mientras que otros como Perú, Colombia y Ecuador tienen porcentajes similares a los de la Argentina.

Una de las leyes que han quedado desactualizadas es la Ley de Residuos Peligrosos (Ley 24.051) que regula la generación, transporte, tratamiento y disposición de residuos peligrosos. Promulgada en diciembre de 1991, ha sido objeto de diversas modificaciones y actualizaciones a lo largo de los años para adaptarse a los avances tecnológicos y las nuevas necesidades ambientales, sin embargo, la rapidez con la que la tecnología avanza supera los tiempos que se necesitan para actualizar una ley de este calibre por lo que tienden a quedar desactualizadas.

“Uno de los puntos más importantes a tratar, es la necesidad de una ley de presupuestos mínimos que establezca la responsabilidad extendida del productor y promueva la economía circular en la gestión de residuos y envases.” afirma Agostina Mandrini, abogado especializada del estudio Brons & Salas.

La regulación de aparatos eléctricos y electrónicos, así como el etiquetado y desclasificación de residuos también son temas actuales que aún quedan pendientes.

Impacto en las empresas:

La legislación ambiental argentina juega un papel fundamental en la relación entre las empresas y el medio ambiente. Esta establece normas y obligaciones que las empresas deben cumplir para minimizar su impacto ambiental y contribuir al desarrollo sostenible.

Si bien el cumplimiento de estas leyes implica un esfuerzo de gestión y recursos este trae consigo múltiples ventajas para las empresas cómo la reducción de costos, por ejemplo, mediante la reducción del consumo de energía y recursos, la minimización de residuos y la prevención de accidentes ambientales. Mejora la imagen pública y permite ganar la confianza de clientes, proveedores, inversores y la comunidad en general. Es posible también llegar a nuevos mercados a través de certificaciones tanto nacionales como internacionales y contribuye a la reducción de riesgos laborales. El cumplimiento de las leyes ambientales por parte de las empresas es fundamental para proteger el planeta y promover el desarrollo sostenible, beneficiando a toda la sociedad.

La legislación ambiental argentina se encuentra en un proceso de constante evolución, con avances significativos, pero también con desafíos por delante. Es importante contar con un marco legal claro y actualizado que contribuya al cuidado del planeta y fomente las buenas prácticas en el ámbito social y empresarial. El compromiso de todos los actores involucrados, desde el Estado y las empresas hasta la sociedad civil, es fundamental para lograr un ambiente sano y sostenible para las generaciones presentes y futuras.

"La legislación ambiental argentina ha avanzado considerablemente en los últimos años, pero aún queda un largo camino por recorrer. Es fundamental contar con un marco legal sólido y actualizado que promueva la responsabilidad empresarial, la economía circular y la protección efectiva del medio ambiente" afirma la abogada.