El pasado 7 de junio, la firma mexicana Santamarina + Steta asesoró y representó a Bartlett en su nueva adquisición de una planta de granos en el Estado de San Luis Potosí. S+S redactó y negoció los contratos de compraventa, uso y servidumbre de activos, realizando el due diligence de la propiedad y obteniendo todos los permisos necesarios para el funcionamiento de la instalación. Los esfuerzos fueron liderados por el área de fusiones y adquisiciones, representada por Juan Carlos Machorro y Alexandra Sibaja, y el área ambiental e inmobiliaria, representada por Aaron Levet e Isaac Zatarain.
Bartlett, una compañía de Savage, es un negocio agrícola diverso enfocado en la adquisición, almacenamiento, transporte, procesamiento y comercialización de granos y productos agrícolas. Con 112 años de historia, Bartlett es uno de los principales proveedores de productos agrícolas de México y cuenta con instalaciones en Aguascalientes y Cuautitlán, además de la recién adquirida planta de granos en el estado de San Luis Potosí. En los Estados Unidos, Bartlett tiene instalaciones en Missouri, Kansas, Colorado, Nebraska, Iowa, Illinois, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia.
El año pasado Bartlett se fusionó con Savage, una empresa líder en soluciones para la cadena de suministro con experiencia en transporte, logística, manipulación de materiales y otros servicios industriales. La empresa combinada tiene más de 4.500 miembros en su equipo en más de 200 localidades en Norteamérica e internacionalmente, con oficinas corporativas en Salt Lake City, Utah y Kansas City, Missouri. Su misión es permitir a los clientes y socios de los sectores de la agricultura, la energía, la química y el medio ambiente alimentar al mundo, alimentar nuestras vidas y sostener el planeta.
La operación se considera importante debido a la expansión de la agroindustria de Bartlett en México y a la creciente presencia de Savage en México, y es innovadora debido a su complejidad. Se trata no sólo de la compra de la propia instalación, sino también de la compra de varios activos para su explotación, incluida cierta infraestructura ferroviaria, y de la obtención de las autorizaciones gubernamentales necesarias para su explotación.
Ramos, Ripoll & Schuster Abogados, actuó como asesor legal del vendedor.
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