El 25 de julio de 2019 se aprobó la Ley Nacional de Extinción de Dominio y el Estado podrá ahora incautar bienes a las empresas por diversas causas incluyendo la corrupción.
Es de la máxima importancia que las empresas actualicen sus programas de cumplimiento para atender esta nueva realidad, estableciendo políticas y controles que permitan aportar elementos de prueba para acreditar la buena fe en la adquisición o posesión de bienes dentro de un procedimiento de dominio.
Tener un programa efectivo de Cumplimiento puede ser un eximente de responsabilidad penal para las empresas y un mitigante de las responsabilidades administrativas, además de que es la forma correcta de hacer negocios y sobre todo puede convertirse en una auténtica ventaja competitiva.
Por Luis Dantón Martinez Corres
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