Una de las iniciativas legislativas que mayor revuelo ha generado en el último tiempo es sin duda el boletín 10937-15, que Moderniza la legislación sobre transporte remunerado de pasajeros, más conocida como la Ley Uber.
La importancia de esta modificación a la Ley General de Transporte, es que sería uno de los primero cuerpos normativos en nuestro país que se referiría expresamente al advenimiento de las plataformas tecnológicas como medio de contratación de productos y servicios.
En particular, la iniciativa busca establecer condiciones de funcionamiento a las plataformas tecnológicas, establecer contra quienes incurran en conductas que atenten contra la confianza de los usuarios, e impulsar la incorporación de tecnologías en los servicios de transporte remunerado de pasajeros, que permitan mejorar la calidad de los servicios y entreguen mayor información a las autoridades sobre desplazamientos, de manera de implementar políticas de movilidad adecuadas a la realidad.
En este sentido, el objetivo del proyecto es claro, de manera tal, que más que prohibir la existencia de aplicaciones digitales, que intermedien en la contratación de servicios de pasajeros, busca regular la forma en las cuales estas plataformas pueden operar, estableciendo condiciones tanto respecto a los vehículos que pueden ofrecer estos servicios, como un valor por kilómetro recorrido, con el fin de racionalizar las externalidades negativas provenientes del funcionamiento de dichas plataformas, y particularmente, la congestión vial.
Además, la iniciativa busca establecer sanciones, tanto para los operadores de plataformas tecnológicas que incumplan las condiciones impuestas, como a los conductores y propietarios de los vehículos, y establecer un fondo para la modernización del transporte remunerado de pasajeros, que provendrá precisamente de los ingresos obtenidos a través de las plataformas tecnológicas.
Más allá de la importancia particular que tiene este proyecto, de regular un servicio que en pocos años se ha masificado enormemente en nuestro país, la Ley Uber sin duda servirá de modelo, para todas las regulaciones que en el futuro se realice respecto de servicios prestado a través de plataformas tecnológicas, teniendo una importancia que podemos vislumbrar, irá más allá de sus fines específicos.
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