Por Adrián Lerer
Mientras que el abogado interno hace su carrera, en general, tiene por encima en la jerarquía a un director o gerente legal, justamente, abogado. Incluso, dependiendo del tamaño y complejidad de la operación de la empresa, puede tener dos o incluso más líneas de supervisión ocupadas por abogados.
La relación con “no abogados”dentro de la empresa es, entonces, del tipo “abogado-cliente”. Allí, aún cuando el “cliente”tenga dentro de la organización una posición jerárquica mayor que la del abogado interno, en la mayoría de los casos, el abogado, en su ámbito, tiene altas chances de ejercer su “poder de referencia”por su saber profesional.
Pero “todo cambia”el día en el que, al hacerse cargo del departamento legal, su jefe deja de ser un “colega”, y pasa a ser un gerente de negocio, un gerente de administración y/o finanzas, o el mismísimo gerente general o presidente. En la generalidad de las veces, un “no-abogado”; con un perfil difícilmente proclive a las humanidades, más enfocado a los números y/o a las operaciones.
Para que ese “choque de culturas”no genere disonancias, de ambas partes se necesita poner una interesante cuota de empatía. Y de sabiduría relacional.
Apunto aquí algunas, de sendas veredas, que no deben ser opuestas, y con una aclaración clave: la responsabilidad primaria de todo líder es que todos los integrantes de su equipo, aún a su director o gerente legal!!!
De parte del director o gerente legal:
- Compromiso
- Humildad
- Respeto
- Capacidad de síntesis
- Usar léxico práctico, sin abuso de tecnicismos
- Visión “del”negocio
- Asertividad (no temeridad)
- Disposición para trabajar en equipos multidisciplinarios
- De parte del jefe “no abogado”
- Saber apreciar la inteligencia emocional como base para la prevención y gestión de riesgos y para el análisis de criterios y alternativas de decisión.
- Grandeza (que la da la capacidad de liderazgo)
- Respeto por el saber específico del abogado
- Comprensión de algo que parece obvio: los números son importantísimos (cuantitativo); pero lo cualitativo también pesa en la toma de decisiones.
- Capacidad de escucha
- Humildad
- Capacidad de amalgamar equipos multidisciplinarios
- Capacidad de delegación
El futuro de la gestión del director o gerente legal, y por ende su impacto efectivo en la organización, dependerá de cómo se entrelacen esas actitudes recíprocas y de cómo evolucione esa dinámica con el tiempo.
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