En abril de 2021, el Poder Ejecutivo reglamentó la ley que autorizó el ingreso de vehículos usados a Uruguay, exceptuado de todo tributo a la importación. Como se recordará, la reglamentación apuntaba a aquellos extranjeros que hubieran obtenido su residencia permanente en el país entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de marzo de 2021, y también a los nacionales Mercosur que hubieran iniciado su residencia permanente dentro de ese mismo lapso.
Transcurrido más de un año desde la entrada en vigencia de este régimen de excepción, hemos creído del caso resumir nuestra experiencia práctica en la materia:
i. Esta franquicia no ha sido letra muerta; por el contrario, ha sido aplicada en la práctica por las autoridades del Uruguay, y las solicitudes administrativas correctamente formuladas (al menos las que conocemos) han sido concluidas satisfactoriamente.
ii. Lo que en un comienzo podía haber parecido un procedimiento de difícil o improbable implementación, en la práctica ha resultado un mecanismo rápido y eficaz.
iii. El procedimiento culmina con la autorización de las autoridades uruguayas que permite introducir definitivamente el vehículo al Uruguay (importación), libre de toda tasa e impuestos.
iv. Obtenida la autorización, el interesado queda facultado para proceder al desaduanamiento y posterior empadronamiento.
El beneficiado estará impedido de enajenar el vehículo durante los dos años siguientes posteriores a su introducción al Uruguay.
Por Maite Urrecheaga y Mariana Pisón
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