Argentina: Los desafíos socioeconómicos de la caída de la natalidad y su posible solución. Discusión parlamentaria de la Ley Bases
Por María Marta Cancio, Mariano Mayochi y Leandro Armellini
Estudio Garrido Abogados

En las últimas décadas, Argentina ha observado una tendencia preocupante: una reducción constante en la tasa de natalidad, la cual ha decrecido un 34% desde 2014. Este fenómeno plantea una serie de desafíos socioeconómicos que requieren una atención cuidadosa y estratégica por parte del gobierno nacional y de las distintas provincias.

 

La tasa global de fecundidad (TGF), que representa el promedio de hijos por mujer en edad fértil, también se desploma, alejándose cada vez más de la denominada tasa de reemplazo, la cual es crucial para la estabilidad de la población. La tasa de reemplazo, establecida en 2,1 hijos por mujer, ha disminuido en Argentina a 1,54 en el año 2020.

 

La tasa de natalidad en Argentina (cantidad de nacimientos por cada mil habitantes) fue en 2022 de 10,7 y marca el punto más bajo en registros históricos. Las regiones con mayor tasa de natalidad son: Misiones (15,2), Chaco (14,7) y Formosa (13,8). En contraste, las tasas más bajas se observan en la Ciudad de Buenos Aires (8) y Tierra del Fuego (8,5).

 

Ambos indicadores (nacimientos y tasa de natalidad) han disminuido consistentemente en los últimos 8 años disponibles. En 2014, la tasa de natalidad era de 18,4 y se registraron 777.012 nacimientos, cifras que han ido disminuyendo progresivamente hasta alcanzar los registros de 2022 (10,7 y 495.295, respectivamente).

 

 

Fuente: Dirección Nacional de Población, RENAPER. Personas identificadas al 6 de Febrero de 2023. DEIS, Ministerio de Salud de la Nación.

 

Esta problemática afecta principalmente al continente europeo y a países asiáticos desarrollados como Japón, Corea del Sur y China. En el caso particular de China, la política de hijo único fue un factor determinante, y se estima que el 25% de la población tendrá más de 60 años en 2030, por lo que no sólo está decreciendo (India la superó en 2023 como país más poblado del mundo) sino también envejeciendo a un ritmo sin precedentes, lo que implica que la población activa pasará de 1.100 millones a 800 millones para 2040.

 

Una consecuencia inmediata de la reducción en la tasa de natalidad es el proceso de envejecimiento poblacional. Con un menor número de nacimientos, la proporción de personas mayores aumenta en relación con la población activa. Esto ejerce una presión significativa sobre los sistemas de seguridad social y atención médica, dado que hay menos contribuyentes para financiar los servicios destinados a los jubilados y los cuidados médicos.

 

La disminución en la tasa de natalidad también conlleva implicaciones económicas profundas. Menos nacimientos implican menos individuos ingresando a la fuerza laboral en el futuro, lo que puede resultar en una menor capacidad de producción y un crecimiento económico más lento a largo plazo. Además, la escasez de mano de obra calificada puede obstaculizar la capacidad de las empresas para innovar y competir en el mercado global, lo cual ya constituye un desafío actual para nuestro país.

 

Los sistemas de pensiones enfrentan una amenaza existencial debido a la caída de la natalidad. Con una población activa más reducida y una proporción en crecimiento de jubilados, estos sistemas pueden volverse insostenibles a menos que se implementen reformas significativas. La falta de contribuyentes suficientes para financiar las pensiones puede resultar en déficits crónicos y una mayor presión sobre los presupuestos gubernamentales.

 

En conclusión, la disminución de la natalidad presenta una serie de desafíos socioeconómicos complejos que requieren una atención urgente. Abordar estos desafíos demandará políticas innovadoras que fomenten la maternidad y la paternidad, así como medidas para apoyar a las familias y garantizar la sostenibilidad de los sistemas de bienestar social y económico en el futuro.

 

Argentina tiene la oportunidad de emular las soluciones adoptadas por distintos países para incentivar la natalidad. A continuación, se ofrece un análisis de  diversas medidas implementadas por naciones que enfrentan esta misma problemática, seguido de una evaluación de cómo resolver esta cuestión en nuestro país.

 

China

 

En un intento por contrarrestar los efectos adversos de la política del hijo único, la provincia de Jiangsu ha implementado un subsidio dirigido a las empresas para compensar los permisos de maternidad de sus empleadas que den a luz a su segundo o tercer hijo, según lo reportado por el diario hongkonés "China South Morning Post". Estas medidas tienen como objetivo combatir la discriminación laboral hacia las mujeres al proporcionar a las empresas un reembolso del 50 % y el 80 % del seguro social pagado a las madres durante seis meses por el segundo y tercer hijo, respectivamente. Además, Jiangsu está incentivando a sus ciudadanos a tener hijos mediante la reducción de impuestos sobre las rentas, ayudas directas y subsidios para la adquisición de viviendas.

 

La reducción en la tasa de fertilidad y el aumento en la esperanza de vida han resultado en que los individuos mayores de 60 años representen actualmente el 18,7 % de la población total en China, y se proyecta que esta cifra aumente al 28 % para el año 2040, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

 

Rumania

 

La tasa de natalidad en Rumania, que representa el número de nacimientos por cada mil habitantes en un año, fue del 9,4‰ en el año 2022, mientras que el índice de fecundidad, que indica el número medio de hijos por mujer, fue de 1,71. El hecho de que Rumanía tenga un índice de fecundidad inferior a 2,1 hijos por mujer (que es la tasa de fecundidad de reemplazo) implica que no se garantiza una estructura de población estable. Además de un número menor de nacimientos que de defunciones, el país ha experimentado una migración neta negativa de 100.000 personas por año en promedio durante los últimos 30 años.

 

El gobierno rumano ha implementado diversas políticas y programas destinados a abordar el declive de la población y fomentar la natalidad. Algunas de estas medidas incluyen:

 

Subsidios por hijo: El gobierno rumano otorga subsidios monetarios a las familias por cada hijo nacido, los cuales pueden variar según la situación económica de la familia.

 

Permiso de maternidad y paternidad: Rumanía ofrece períodos de licencia remunerada tanto para madres como para padres después del nacimiento de un hijo. Estos períodos permiten que los padres cuiden de sus hijos recién nacidos sin preocuparse por la pérdida de ingresos.

 

Aumento del impuesto sobre la renta: Las parejas sin hijos están sujetas a un recargo adicional del 20% sobre el impuesto sobre la renta como medida relacionada con la cuestión demográfica.

 

Francia

 

En las grandes potencias, como es el caso de Francia, también se enfrentan al desafío de la disminución de la natalidad. Para abordar esta problemática, se han implementado diversos incentivos fiscales y medidas de apoyo destinadas a fomentar la natalidad y asistir a las familias en la crianza de hijos. La gestión de estos incentivos corresponde a "Le Cleiss", un organismo estatal central encargado de la seguridad social. Según este organismo, algunos de los incentivos a la natalidad incluyen:

 

Subsidios familiares (Allocations familiales): Estas prestaciones familiares se otorgan sin condición de actividad a partir del segundo hijo a cargo que resida en Francia. El monto de estas prestaciones se ajusta según los recursos de la familia o de la persona que tiene hijos a su cargo, así como según el número de hijos. Se consideran los ingresos netos del año N-2 para el cálculo. Existen tres niveles de ingresos que determinan la asignación de estos subsidios.

 

Subsidio a tanto alzado (Allocation forfaitaire): Este subsidio se otorga a las familias que tienen a su cargo al menos tres hijos y que pierden una parte de las prestaciones familiares cuando uno de los hijos cumple 20 años (edad límite para recibir prestaciones familiares), siempre y cuando dicho hijo aún viva en el hogar familiar y no tenga ingresos profesionales superiores a 1.070,78 € al mes. Para ser elegible para este subsidio, la familia debe cumplir con los requisitos para los subsidios familiares por tener tres hijos o más, incluido el hijo que cumple 20 años. El subsidio se otorga por el hijo en cuestión durante un año, contado desde el primer día del mes en que cumple 20 años hasta el mes anterior a su 21 cumpleaños.

 

Complemento familiar (Complément familial): Esta prestación se asigna, según el nivel de ingresos, a las familias que tienen a su cargo al menos tres hijos de entre 3 y 21 años de edad. El límite máximo de ingresos (año N-2) varía en función del número de hijos a cargo y de la composición de la unidad familiar.

 

Subsidio de apoyo familiar: Esta prestación se otorga para la crianza de un niño que queda sin el apoyo de uno o ambos padres, o como complemento de una pensión alimenticia de bajo monto. El subsidio de apoyo familiar también puede otorgarse como anticipo en caso de incumplimiento en el pago de la pensión alimenticia por parte del otro progenitor.

 

A partir del 1 de abril de 2023, el importe del subsidio corresponde a:

 

  • 249,59 €* cuando el niño es huérfano de padre y madre, o en una situación asimilada;
  • 187,24 €* cuando el niño es huérfano solamente de padre o solamente de madre, o en una situación asimilada.

* Después de la deducción realizada en virtud de la CRDS (Contribución para el Reembolso de la Deuda Social), de un 0,5%.

 

Alemania

 

El Estado alemán busca que el país tenga mayor tasa de natalidad de hijos y uno de los programas para incentivar a los padres a tener hijos se llama ‘Elterngeld’, en donde el propio Gobierno subsidia una buena parte de la manutención del menor de edad.

 

Esta ayuda les permite a los padres criar y cuidar a su hijo en los primeros meses de vida. De acuerdo con la información oficial del Gobierno, se entrega un salario durante los primeros 12 o 14 meses de vida del niño.

 

Para el primer año de vida las madres y padres recibirán una especie de salario de 1.800 euros, con el fin de que se puedan ocupar 100 % del recién nacido sin necesidad de trabajar durante el periodo anteriormente mencionado.

 

Alemania ofrece asignaciones familiares mensuales a las familias con hijos menores de edad. Estas asignaciones se conocen como "Kindergeld" y varían según el número de hijos. Además, hay un "Kinderzuschlag" (complemento para hijos) disponible para familias con bajos ingresos.

 

Las familias pueden ser elegibles para recibir subsidios adicionales para hijos dependiendo de sus ingresos y circunstancias familiares en Alemania. Estos subsidios pueden incluir beneficios adicionales para familias monoparentales o con hijos discapacitados.

 

Además, los padres en Alemania pueden beneficiarse de deducciones fiscales por hijos en su declaración de impuestos sobre la renta. En 2022 dicho valor era de 8,388 euros por cada hijo.

 

Estas deducciones pueden ayudar a reducir la carga fiscal de las familias con hijos, proporcionando un alivio financiero significativo.

 

España

 

En España, Castilla y León se destaca como la comunidad autónoma que ha establecido el sistema de beneficios fiscales más favorable para promover la natalidad y proteger a las familias. Todas estas medidas están recogidas en el Decreto Legislativo 1/2013, de 12 de septiembre de 2017. Algunos de estos incentivos incluyen:

 

Mayor deducción por nacimiento y adopción, incrementada en el medio rural: Castilla y León ofrece la mayor deducción por nacimiento o adopción, permitiendo a los contribuyentes deducir un determinado valor por cada hijo nacido o adoptado. Estas cuantías se duplican en el caso de que el hijo tenga una discapacidad igual o superior al 33 %. Además, existe un incremento del 35 % en los beneficios fiscales para los residentes en municipios de menos de 5.000 habitantes.

 

Nacimientos múltiples y adopciones: Los contribuyentes pueden deducirse un 50 % adicional al importe de la deducción por nacimiento o adopción si los partos o adopciones son de dos hijos, y un 100 % adicional si son de tres o más hijos. Estas deducciones son compatibles entre sí.

 

Familia numerosa: Castilla y León también establece una deducción para familias numerosas, duplicando su importe a partir de 2018. Los contribuyentes miembros de una familia numerosa pueden deducirse 500 euros con carácter general, y una cantidad mayor si alguno de los cónyuges o descendientes tiene un grado de discapacidad igual o superior al 65%. Además, las cantidades se incrementan por cada descendiente a partir del cuarto.

 

Deducciones por cuidado de hijos menores: La deducción fiscal por cuidado de hijos menores en Castilla y León es la más elevada de todas las comunidades autónomas. Durante 2019 se mantuvieron estas deducciones, permitiendo a los contribuyentes deducirse el 30 % de las cantidades satisfechas a la persona empleada del hogar, con un límite máximo de 322 euros, o el 100 % de los gastos satisfechos por preinscripción, matrícula, asistencia y alimentación en escuelas y guarderías infantiles inscritas en el registro de centros para la conciliación de la vida familiar y laboral, con un límite máximo de 1.320 euros por contribuyente.

 

Italia

 

En Italia, la baja tasa de natalidad es un problema persistente que ha afectado al país durante años y ahora está generando preocupación con cifras alarmantes. La primera ministra, Giorgia Meloni, ha establecido el Ministerio de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades y ha prometido implementar medidas para incentivar la natalidad y el empleo femenino.

 

Algunos de los incentivos que ya se encuentran en práctica en Italia incluyen:

 

Asignaciones familiares: Italia ofrece asignaciones familiares mensuales a las familias con hijos menores de edad, conocidas como "Assegno per il nucleo familiare" (Asignación para el núcleo familiar). Estas asignaciones varían según los ingresos familiares y el número de hijos.

 

Subsidios por hijos: Además de las asignaciones familiares, el gobierno italiano proporciona subsidios adicionales por hijos, especialmente dirigidos a familias de bajos ingresos. Estos subsidios pueden incluir beneficios adicionales para familias monoparentales o con hijos discapacitados.

 

Reducción de impuestos sobre la renta: Los padres en Italia pueden beneficiarse de deducciones fiscales por hijos en su declaración de impuestos sobre la renta, lo que ayuda a reducir la carga fiscal de las familias con hijos. La mencionada deducción des de 950 euros al año por hijo hasta los 21 años, pero el gobierno actual propone una deducción de 10.000 euros anuales por cada hijo a cargo hasta el final de sus estudios, incluidos los universitarios.

 

Cheque bebé: Italia ofrece un "bonus bebé" o "assegno di natalità", un subsidio único dirigido a las familias para ayudar a cubrir los gastos relacionados con el nacimiento o la adopción de un hijo.

 

Permiso parental remunerado: Italia ofrece un permiso parental remunerado a los padres tras el nacimiento o adopción de un hijo. Este permiso parental les permite ausentarse del trabajo durante un período de tiempo para cuidar de su hijo recién nacido, con una parte del salario cubierta por el seguro parental.

 

Polonia

 

En Polonia, la tasa de natalidad ha sufrido una reducción del 40 % en las últimas tres décadas, y las mujeres actualmente tienen un promedio de 1,4 hijos. El Gobierno polaco está financiando programas para incrementar la tasa de natalidad, como el plan de beneficios para niños "Familia 500+", pero hasta ahora no han tenido un impacto significativo.

 

A este desafío se suma la política de inmigración estricta del país. Mientras que naciones como España y Portugal también lidian con bajas tasas de natalidad, la población migrante está contribuyendo a llenar la brecha demográfica en esos lugares.

 

Algunos de los incentivos que propone el gobierno incluyen:

 

Subsidios por hijo: El gobierno polaco ofrece ayudas económicas por cada hijo nacido. Estas subvenciones pueden variar según el número de hijos y las circunstancias económicas de la familia.

 

Deducciones fiscales por hijos: Los padres en Polonia pueden aprovechar deducciones fiscales por hijos en su declaración de impuestos sobre la renta, lo que ayuda a reducir la carga impositiva de las familias con hijos, a saber;

 

  • por el primer hijo: 21,75 Euros al mes
  • para el segundo hijo: 21,75 Euros  al mes,
  • para el tercer hijo: 39,11 Euros  al mes,
  • para el cuarto hijo y los siguientes: 59,84 Euros  al mes (. 

Programas de apoyo social: Polonia cuenta con diversos programas de asistencia social dirigidos a las familias con hijos, que pueden incluir servicios de cuidado infantil, atención médica y otras ayudas.

 

Permiso parental remunerado: Los padres en Polonia tienen derecho a un permiso parental remunerado tras el nacimiento o adopción de un hijo. Este permiso les permite ausentarse del trabajo durante un período de tiempo para cuidar de su hijo recién nacido, con una parte de su salario cubierta por el seguro social.

 

Ayudas a la vivienda: En algunos casos, el gobierno polaco proporciona beneficios específicos para la vivienda a familias con hijos, como subsidios para la compra de vivienda o alquiler.

 

Brasil

 

Nuestro país vecino también se enfrenta a este problema. Según indico el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, en el año 2022, se observó una disminución del 11,4% en la cantidad de nacimientos en comparación con el promedio nacional del período comprendido entre 2010 y 2019, el cual fue de 2,868,479. Esta reducción en la tasa de natalidad en el país forma parte de un proceso de cambio demográfico que ha estado en marcha desde la década de 1960.

 

Frente a esto el gobierno de Brasil a tomado diferentes medidas, entre las cuales encontramos:

 

Deducción por pensiones alimenticias: Se permite descontar los pagos de pensiones alimenticias y las ayudas por hijos realizadas de acuerdo con una orden judicial.

 

Deducción por persona dependiente: Se otorga una deducción de Us$ 447,34 dólares al año por cada persona dependiente (en el año 2022).

 

Deducción de los gastos en educación: Se permite restar de la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) los gastos en educación del contribuyente y de sus dependientes realizados en instituciones educativas (hasta un máximo de Us$704,12 actualmente).

 

Crédito tributario por aportes a Fondos del Niño y del Adolescente (IRPF e IRPJ): Se permite deducir del impuesto sobre la renta el monto de las contribuciones a fondos administrados por los Consejos Municipales, Estatales y Nacionales de los Derechos del Niño y del Adolescente. El límite es del 6% para personas físicas y del 1% para personas jurídicas del impuesto debido, junto con otras deducciones

 

Crédito tributario por el pago de la extensión de la licencia por maternidad/paternidad (Programa Empresa Ciudadana, IRPJ): Se permite deducir del impuesto adeudado el total de la remuneración pagada a la empleada durante los 60 días de extensión de la licencia por maternidad.

 

Argentina

 

Hasta la fecha actual, en nuestro país, es posible deducir del impuesto a las ganancias los Servicios y Herramientas con Fines Educativos. Estas deducciones comprenden las sumas abonadas por las cargas de familia o por hijos mayores de edad, hasta los 24 años, que sean residentes en el país, estén cursando estudios regulares o profesionales de un arte u oficio, y no superen en el año el 40% de los ingresos netos establecidos como ganancia no imponible (fijada en $180.673,48 para el 2023 y $435.747,43 para el 2024). Estos servicios y herramientas educativas incluyen:

 

Servicios con fines educativos: Se refiere a los servicios prestados por establecimientos educacionales públicos o privados, reconocidos por los planes de enseñanza oficial, abarcando todos los niveles y grados educativos, así como los programas de postgrado para egresados de los niveles secundario, terciario o universitario. También se consideran los servicios accesorios como el refrigerio, alojamiento y transporte, proporcionados directamente por los establecimientos, ya sea con medios propios o externos. Además, se contemplan las clases particulares sobre materias incluidas en los planes de enseñanza oficial, impartidas fuera de los establecimientos educacionales, y las guarderías y jardines materno-infantiles.

 

Herramientas con fines educativos: Esta categoría abarca los útiles escolares, guardapolvos y uniformes.

 

Adviértase que el monto deducible por gastos educativos para el presente año ($435.747,31) es considerablemente inferior al costo de la matrícula en un colegio privado bilingüe. Actualmente la Ley de Impuesto a las Ganancias no permite deducir otros gastos necesarios para la crianza de hijos, como es el caso de los pañales donde las 24 unidades rondan los $40.000 (cantidad que un recién nacido utiliza en el lapso de 3 días); tampoco se prevén las deducciones en concepto de alimentos o ropa por cantidad de hijos; ni la deducción del valor de la obra social de los hijos, ni nada.

 

Esto hace que este beneficio resulte insuficiente para incentivar el aumento de la natalidad y la ampliación de la cantidad de hijos por familia. Si bien el Ministerio de Capital Humano introdujo recientemente vouchers educativos para cubrir la cuota de los colegios privados, esta no debe superar los $ 54.396 mensuales, monto que está por debajo de la cuota de una institución educativa promedio.

 

En el proyecto de Reforma a la Ley de Impuesto a las Ganancias a tratarse en este momento en el Congreso, se diferencia la situación de las personas frente al impuesto según tengan o no familiares a cargo, favoreciendo a aquellos que tienen hijos.

 

En el caso de un trabajador con cónyuge y dos hijos menores de 18 años a su cargo, el umbral más bajo de salario bruto sujeto a impuestos sería de $2.300.000 (equivalente a un sueldo neto de $1.981.278). Y si -por mencionar otro ejemplo- se trata de un empleado que descuenta dos hijos menores (y no cónyuge), tributará a partir de una remuneración de $2.057.405 (un neto de $1.738.683).

 

Para aplicar la deducción por cónyuge, es indispensable que dicho cónyuge no tenga ingresos propios considerables o, en caso de tenerlos, deberán ser muy bajos (el límite propuesto, si se aprueba la iniciativa, será de $3.091.035 por todo este año); el monto que se descontaría del ingreso antes de calcularse el impuesto (no del impuesto en sí mismo) sería de $2.911.135 por todo el año. En el caso de los hijos menores de 18 años se deduciría (se restaría) del ingreso un monto anual de $1.468.096 por cada uno; en el caso de hijos incapacitados para el trabajo, la cifra de la deducción duplicaría (solo uno de los padres podría hacer la deducción, o bien podría aplicar, cada uno, el 50% del monto deducible).

 

Nada dice la norma propuesta acerca de quienes tienen mas de dos hijos, es decir la norma no producirá alteraciones en la tasa de reemplazo. Si Argentina no logra una tasa de reemplazo del 2.1 hijos por mujer, se enfrentará a los mismos problemas que ya tienen países como China, teniendo que lidiar con las problemáticas descriptas anteriormente a nivel demográfico, económico y social, tales como son el envejecimiento de la población; la presión sobre el sistema previsional;  la reducción de la fuerza laboral; y de la producción económica, por enumerar solo alguno de los problemas de facil cuantificación y dejando para otro momento los aspectos no cuantificables pero de aún mayor importancia. 

 

En materia de ayuda social, bajo la ley actual, la principal ayuda directa que brinda el gobierno argentino para los ciudadanos con hijos es, la Asignación Universal por Hijo (AUH), la cual se otorga a la madre, padre o titular con hijos a cargo que sea desocupado; trabajador no registrado o sin aportes; trabajador de casas particulares o Monotributista social. La AUH se abona por cada hijo menor de 18 años (o sin límite de edad si es discapacitado) hasta un límite de cinco hijos por grupo familiar, considerando primero a los hijos con discapacidad y a los niños/adolescentes en orden de edad de menor a mayo. El monto de la asignación es determinado por la zona de residencia del beneficiario, en abril del corriente año rondó los $50.000 por cada hijo.

 

En virtud de lo expuesto y siguiendo las políticas en materia de incentivo a la natalidad adoptada por diversos países, Argentina debería proponer diversas medidas adicionales tales como subsidios a empresas que otorguen mayores licencias por maternidad para equilibrar el mercado laboral, deducciones en impuesto a las ganancias por cuotas escolares, guarderías y gastos en útiles escolares sin tope o con topes acordes a la realidad del país, ayudas para la vivienda familiar, deducción de ciertos impuestos a partir del segundo o tercer hijo, y programas sociales diversos que promuevan la natalidad en la clase media.

 

La caída de la natalidad en Argentina se atribuye a varios factores, como el aumento de la urbanización, la mayor participación de las mujeres en la fuerza laboral, la disponibilidad de métodos anticonceptivos, la postergación del matrimonio y la maternidad, y por sobre todo a la carga económica asociada con la crianza de los hijos. Nos encontramos en un momento crítico, en el cual, de mínima, es necesario elevar la cantidad de hijos por mujer de 1,54 hijos a 2,1, para poder alcanzar la tasa de retorno y evitar una gran crisis en el mediano y largo plazo. Pero ese mínimo ni siquiera alcanza para tener una sociedad vigorosa y pujante.

 

 

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